Todos los años, muchos de nosotros empezamos el mes de enero llenos de esperanza. Tenemos por delante un año rebosante de posibilidades, una pizarra en blanco tan limpia como las páginas de nuestra flamante agenda que nos permitirá, por fin, desarrollar todo nuestro potencial. Nuestros fracasos y decepciones son cosa del pasado.
Esto es especialmente cierto en el caso de los profesionales autónomos, modalidad en la que trabajan muchos traductores. Los trabajadores por cuenta propia pueden sentir la satisfacción de tener más control sobre sus carreras que otros, pero esto significa que su responsabilidad sobre éxitos y fracasos también es mayor. Enero es el momento no solo de evaluar nuestro rendimiento en el año anterior, sino a menudo de hacer balance de nuestra carrera en su conjunto. Es un momento de esperanza en el que podemos concedernos una nueva oportunidad para arreglar los errores del pasado y comprometernos con un futuro mejor.
Pero este espíritu de Año Nuevo no está exento de polémica. Muchos tachan los propósitos de Año Nuevo de ingenuos e incluso autocomplacientes, una excusa para regodearnos durante unos días en la satisfacción de un progreso imaginado que rara vez se ajusta plenamente a nuestras expectativas.
Desde JVE Linguistic Services, sin embargo, queremos animar a los traductores autónomos y a otros profesionales a imaginar un 2023 mejor. Aunque la perfección es una meta inalcanzable, no hay mejora sin esperanza, e incluso los propósitos de Año Nuevo cumplidos de forma imperfecta nos impulsan y nos acercan a donde queremos estar. Este año, empieza a hacer yoga, apúntate a esa clase de italiano o crea por fin tu propia página web profesional. Puede que en diciembre de 2023 no seas una persona nueva, pero seguro que tendrás más esperanza.
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